domingo, 13 de enero de 2008

LA DIFERENCIA ENTRE UN PAÍS SERIO Y UNO DE PANDERETA

El ciberconsejero sexual de Sanidad induce a la confusión

• El programa da respuestas erróneas y fuera de contexto ante dudas elementales
• Una asociación de padres denuncia que el Ejecutivo pretende suplantarles

"El ciberconsejero sexual que el Ministerio de Sanidad ha colado en los ordenadores de los púberes españoles --de espaldas a sus padres-- falla más que una escopeta de feria, lo que no deja de ser preocupante dado lo delicado del asunto. Pensado como un asistente virtual que pueda orientar a las jóvenes en sus dudas sobre sexualidad, a la hora de la verdad Robin ofrece una poco variada gama de confusas respuestas."Necesito algo de tiempo para pensar acerca de ello. Por favor, pregúntame más tarde", responde, por ejemplo, Robin cuando un supuesto adolescente apurado le cuenta su intención de llevar a cabo, de inmediato, una relación íntima sin protección y usando como único anticonceptivo la secular retirada a tiempo. Y es que a Robin --que se inserta como un contacto más en el Windows Messenger, el programa de relación entre internautas más extendido y en el que matan las horas 2,6 millones de adolescentes españoles-- le falta vocabulario. Robin es el rostro de una web semántica, una página que procesa todas las palabras que introduce el usuario y las relaciona con su base de datos.EL CASO DE IKEAEl más conocido de este tipo de asistentes es, sin duda, Anna de Ikea, que guía con mucha fiabilidad al internauta despistado por la página de la tienda sueca. Anna, a diferencia de Robin, es capaz de identificar las variadas maneras que existen de preguntar una cuestión. Robin, no. Si el adolescente apurado a punto de cometer una práctica de riesgo hubiera preguntado por "la marcha atrás", el consejero del ministerio sí le habría proporcionado la información precisa: "Es un método poco fiable para evitar embarazos ya que el pene también expulsa espermatozoides antes de la eyaculación". Pero a veces la claridad meridiana de los mensajes --"¿es malo tragarse el semen?"-- no evita que el asistente salga por peteneras: "¡Estoy sano como un roble! Me cuido mucho".Hay que recordar que Robin está dirigido a jóvenes de entre 12 a 17 años, por lo que cabe suponer que el nivel lingüístico medio de estos internautas dista mucho de la precisión. Por no mencionar la querencia de los adolescentes por escribir de forma abreviada para ahorrar caracteres, práctica nacida del uso de los sms y extendida a otros ámbitos. El uso de estas abreviaturas funde los plomos de Robin, que responde cosas como "¡Humanos, humanos, humanos! Siempre ignorando las normas más básicas del lenguaje!".

Publicado en El Periódico de Catalunya.

A este paso, el amigo Robin dirá que una blenorragia es una figura retórica. ¿Cuándo nos daremos cuenta en este país de que si no tenemos ni idea sobre algo lo mejor es no meterse?

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