Publicado en El Periódico de Catalunya.
Es lo que ya he comentado antes en el blog: la libertad supone la limitación de derechos para otros. O sea, el hombre que no sea un acosador tendrá que ir a pie o en otro autobús lleno de gente y se tendrá que aguantar. Lo gracioso será cuando en el autobús de mujeres una de ellas, por ejemplo, dé a luz, entonces solo podrán subir las que no estén embarazadas. Si suben muchas con carritos de bebé, limitarán la cantidad de carritos. Y así sucesivamente hasta limitarlo todo con el fin de que solo puedan subir las personas que reúnan las mínimas condiciones que ellos consideren necesarias. Lo que no tiene límites es el absurdo humano.
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